Adentrarse en los vinos de Jerez con Bodegas Lustau

por | Dic 6, 2022

Bodegas Lustau nos ofrece diversas alternativas para adentrarnos en los vinos de Jerez y descubrir su universo de sabores e historias.

Imágenes: Bodegas Lustau

Los vinos de Jerez son muy especiales. A veces se necesita entrar poco a poco en su universo de aromas y sabores, para disfrutar de estos vinos tan particulares donde la variedad palomino fino, las tierras de albariza donde crecen sus viñas y el sistema de elaboración, basado en las criaderas y soleras, marcan la diferencia.

Una denominación de origen con una diversidad inmensa de tipos de vino y un abanico de aromas y sabores que trascienden a los que estamos habituados a encontrar en vinos tranquilos como los tintos y blancos, o incluso en los espumosos. Por eso, desde Bodegas Lustau, fundada en 1896, nos ofrecen diversas alternativas para adentrarnos en los vinos de Jerez y descubrir estos vinos, en ocasiones con historias centenarias detrás.

A pesar de las décadas que acumulan muchos de sus grandes vinos, Lustau ofrece diferentes alternativas, adaptadas a los gustos y costumbres de los consumidores actuales, como la hora del aperitivo, con el vermú, el acompañamiento de gastronomías exóticas o el disfrute de la coctelería.

Opciones para adentrarse en los vinos de Jerez

Una de las opciones más fáciles de empezar a adentrarse en los vinos de Jerez son los vermús: una bebida que cada vez se ha afianzado más en la hora del aperitivo y conquista nuevos públicos, ya sean amantes del vino o completos inexpertos.

Lustau ha sido una de las bodegas precursoras cuando lanzó su vermú de Jerez al mercado, recuperando una receta que se había perdido a principios del siglo XX. Y no solo cuenta con una versión “roja”, la más aclamada, sino que completan su gama con un vermut blanco y uno “rosé”. En su receta, al utilizar unos vinos con unas características organolépticas muy marcadas, esa personalidad queda por encima del ajenjo, así como del resto de botánicos que se suelen emplear en los vermús, dotándole de una personalidad única.

“Volver a estar presentes en una categoría tan dinámica como el vermut, y que se ha puesto tan de moda en los últimos años, ha conseguido despertar el interés por descubrir lo que hay detrás, por los vinos que son la base de nuestros vermuts”, explica Boris Spira, Marketing Manager de Bodegas Lustau. En el caso del Vermú Rojo Lustau, el vino base es un amontillado y un Pedro Ximénez, lo que le aporta el toque dulce, y evita añadir a la receta azúcar, como hacen otras marcas de este famoso aperitivo.  

Pero la bodega jerezana también ofrece otras alternativas al vermú, para introducirse en los vinos de Jerez, con categorías propias de esta denominación de origen histórica, como su Cream East India Lustau: un jerez semidulce, que bien puede degustarse con hielo y una rodaja de naranja como aperitivo, para abrir una comida, o como cierre, acompañando a un postre donde predomine el dulce o una tabla de quesos.

Si se prefieren los vinos secos, la explosión de matices que ofrecen el Amontillado o el Palo Cortado, también como cierre a una comida, seguro que sorprende, sobre todo a amantes de los buenos destilados, pero con una bebida con un menor grado alcohólico.

Desde una Manzanilla a un Palo cortado para acompañar toda una comida

Los vinos de Jerez también son grandes compañeros de viaje durante el propio paseo gastronómico. Es más, algunos vinos de jerez pueden acompañar durante toda la comida, manteniendo el tipo incluso con aquellos platos más conflictivos con el vino tranquilo, como los vinagres, los salazones, o los platos con mucha acidez, entre otros.

La gama de vinos de Jerez, además, es tan amplia, que pueden escogerse para diversos perfiles de comida. Si se va tomar un sushi u otros platos con pescado como base, desde Lustau nos recomiendan “la Manzanilla Lustau Papirusa, extremadamente seca, fresca, ligera, y con un toque salino”, pues “limpia el paladar y ensalza el sabor de estos platos”. En el caso de que nuestro menú tenga sabores más contundentes o contenga notas picantes “el Palo Cortado Lustau Península, que aúna la finura y delicadeza de un Amontillado pero con el cuerpo y estructura de un Oloroso”. En este caso, “su acidez media baja y marcado cuerpo con matices de nuez lo hacen ideal para acompañar platos de sabores fuertes”.

Jerez en la coctelería y las barras

Por otro lado, la coctelería ofrece un gran abanico de posibilidades, no solo para los que quieren introducirse en los vinos de Jerez, sino para los amantes de estos vinos que deseen degustarlos en otro formato diferente al habitual. “Muchos de nuestros vinos sirven para hacer cócteles, desde los más clásicos como por ejemplo un Adonis (vermú y vino de Jerez), elaborado con cualquiera de nuestros Amontillados, a cócteles nuevos e innovadores”, describe Boris, pues la complejidad de estos vinos ofrece posibilidades casi infinitas.  

Precisamente esos matices tan únicos hacen que sean ideales también para disfrutarlos solos. Esa personalidad también se traslada al brandy, una bebida que a pesar de su versatilidad no ha lucido tanto en las barras como otros destilados. Sin embargo, podemos encontrarnos con etiquetas de gran calidad y, en algunos casos, de producciones muy escasas, como es el caso del Brandy Solera Gran Reserva, del que hasta hace bien poco era de uso exclusivo para la familia Lustau.

Este brandy se envejece durante un cuarto de siglo en botas muy viejas que anteriormente han contenido Olorosos y Pedro Ximénez.

Joyas enológicas, historias únicas

Los vinos del Marco de Jerez acaban enganchando y enamorando, no solo por su complejidad y amplitud aromática al degustarlo, sino por la capacidad que tienen alguna de sus elaboraciones de embotellas la historia y el tiempo. La capacidad de envejecimiento de estos vinos hace que sean testigo del paso del tiempo, de historias únicas e irrepetibles. Por ello se acaban convirtiendo en verdaderas joyas enológicas. Es el caso de los tres vinos que bodegas Lustau reúne en su Colección Lustau 125 Aniversario: una selección de vinos que representa el legado y la maestría de 125 años de Bodegas Lustau. “Un homenaje a nuestra larga herencia elaborando vinos de Jerez. Una selección única, nunca antes embotellada, que ofrece la oportunidad de disfrutar de tres vinos exclusivos y muy limitados que reflejan como pocos la singularidad de los vinos del marco de Jerez” explica Spira.

El primero de esos vinos es la Manzanilla Pasada Papirusa, “la versión insólita de uno de nuestros vinos más icónicos, un viaje a lo más profundo del corazón de Sanlúcar”. Esta manzanilla se cría en estático bajo velo de flor durante 8 años, con un resultado muy floral y herbáceo en nariz, con estructura y redondez en boca.

En segundo lugar, está el Amontillado Solera del Castillo, que envejece en el Castillo de San Marcos en El Puerto de Santa María. Con una vejez media de 30 años, de una solera invertida, es un vino intenso y poderoso, extremadamente complejo y lleno de matices.  

Por último, esta colección contiene el Oloroso de Añada 1996, de vendimia tardía y crianza estática de 25 años: “singular e irrepetible, la cara oculta de la variedad de uva Palomino, elaborado de una forma única en Jerez de la Frontera”. El resultado es un vino que a pesar de su vejez integra acidez, estructura y complejidad. 

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