El hotel Sofraga Palacio (****), adosado a la muralla de Ávila, ubicado en un palacio medieval rehabilitado, ofrece una experiencia de lujo, con la que poder descansar, literalmente, junto a 1.000 años de historia.

El casco antiguo de Ávila está inscrito desde el año 1985 en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. La riqueza histórica de la urbe es un lujo del que se puede disfrutar, gracias a la buena conservación de sus edificios, así como de su impresionante muralla medieval construida a finales del siglo XI.
Dentro de la riqueza arquitectónica de la ciudad, además de contar con una de las mejores representaciones de arquitectura defensiva del mundo conservada íntegramente, se encuentran diversas iglesias románicas extramuros y numerosas casonas nobles junto a la muralla. Este es el caso del hotel Sofraga Palacio, con categoría de cuatro estrellas superior, enclavado en la esquina noreste de la muralla, en un palacio medieval restaurado. La intervención corrió a cargo de la firma de arquitectura y decoración Requena y Plaza, que renovó los 1.900 metros cuadrados del recinto.

En esta rehabilitación se conservaron rasgos históricos del edificio, que le aportan carácter, como los muros de sillería, el ladrillo castellano visto, los artesonados de madera y las balconadas. Incluso la piedra de la propia muralla de Ávila que en ciertas habitaciones está a la vista y hace las veces de cabecero. La historia se conjuga con detalles modernos que aportan serenidad y elegancia, como los mármoles blancos y los tonos taupé. También detalles de luces led, tonos azul cielo en las tapicerías y rosa palo y verde olivo para aportar luz en los dormitorios. Un conjunto que crea un lazo de conexión entre presente y pasado.
El hotel cuenta con 27 habitaciones y suites exclusivas, cada una con una personalidad única, pero todas equipadas con todo lujo de detalles, como un Smart TV de 43 pulgadas con Chromecast, aire acondicionado y cafetera Nespresso, entre otras comodidades. Desde ellas se puede disfrutar de vistas al palacio, a la muralla abulense o a la catedral.


Experiencia gastronómica castellana
El hotel Sofraga Palacio cuenta con un restaurante homónimo, que se encuentra en un luminoso patio acristalado frente a un jardín diseñado en el siglo XIX, que conserva un cedro que ha visto pasar cinco siglos de historia. Distribuido en dos plantas, este restaurante cuenta con dos zonas. Una más informal, el gastrobar, donde disfrutar de unas patatas revolconas con torreznos de Soria o una tabla de quesos barraqueños y de La Adrada. Y la zona de restaurante, en la que la carta recoge la tradición y los productos locales: judías de riñón con matanza, mollejas de cordero lechal salteadas con ajos tiernos, chuleta avileña a la brasa, paletilla de cordero lechal de Castilla y León o el cochinillo lechal con patatas confitadas, entre otras propuestas.
Para armonizar la gastronomía de la zona, vinos como los de la cercana D.O.P Cebreros, con los tintos de garnacha y los blancos de albillo real, así como una selección de vinos únicos de producciones muy limitadas, así como ecológicos.

