El proyecto Monte La Reina apuesta por la cara más sofisticada del vino y lo demuestra con sus vinos, donde el glamour, la innovación y el respeto por la tierra se dan la mano.
Carolina Inaraja, directora de Bodegas Monte La Reina /Fotos: Monte La Reina
A escasos 10km del pueblo zamorano de Toro, se encuentra Monte La Reina, donde se localiza la finca agrícola más grande de Castilla y León, con 1.400 hectáreas de extensión. Su gran biodiversidad se compone por amplias zonas de bosque que conviven con diferentes cultivos, entre los que destacan 300 hectáreas de viñedo propio, que son el corazón de Bodegas Monte La Reina.
Además, en la finca se encuentra la propia bodega, una construcción semienterrada, que se integra en el entorno, de estilo vanguardista diseñada por Jesús Juárez. También cuenta con edificio multidisciplinar con jardines donde realizar eventos e incluso un palacio neogótico del siglo XIX, con estética de castillo medieval, que ahora es un hotel boutique.
De esta forma, el proyecto Monte La Reina engloba vino, campo y ocio. Al frente, está Carolina Inaraja, que asumió la dirección en 2012. Un proyecto familiar, donde también están sus dos hermanos. Son la primera generación de la familia que se dedica a la elaboración de vinos, pero la finca es propiedad de la familia desde hace casi cuarenta años.
300 hectáreas de viñedo propio en plena naturaleza
La finca posee 300 hectáreas de viñedos, algunos incluso centenarios, pues los suelos de tipo arenoso, impidieron que la plaga de la filoxera afectara a los viñedos de esta zona cuando devastó la mayoría de las vides de Europa a finales del siglo XIX. Dos terceras parte de estas viñas son de tinta de toro y el resto son de verdejo, uva con la que fueron pioneros con la elaboración de un vino con esta variedad en la D.O. Toro. También, cuentan con 5 hectáreas de chardonnay.
La altura a la que se sitúa, 750 metros, la diferencia de temperaturas entre el día y la noche, y la influencia del clima continental, favorecen la madurez perfecta de las uvas.
En bodega, el enólogo José Nuño trabaja junto a Inaraja para elaborar vinos desde aquellos bajo la D.O. Toro (seis tintos y dos blancos), con un carácter que refleja la identidad de la zona, otros vinos más especiales, e incluso gamas más desenfadadas como frizzantes, sangrías, tintos de verano o espumosos, aunque estos últimos, mayoritariamente para exportar a otros países.
Los cinco vinos más peculiares de Monte La Reina
Aunque la variedad de vinos elaborados por Bodegas Monte La Reina es muy numerosa, Inaraja destaca cinco de ellos, por las peculiaridades que tienen y las historias que cuentan.
El que se puede entender de forma más fácil y directa es su Castillo de Monte la Reina Crianza (10€), un 100% tinta de toro con 12 meses de crianza, pero con una peculiaridad: las barricas se han tostado con piedras volcánicas, en concreto con piedras de jade. Un toque que no solo es story telling sino que le aporta toques más minerales y ahumados al vino, tal y como explica Inaraja.
Para continuar, su buque insignia y el que más alegrías le ha dado a la bodega, por sus múltiples premios y reconocimientos: Castillo de Monte la Reina Cuvée Privée (19€). Es un vino tinto de tempranillo a partir de uvas sobremaduradas, con una crianza de 14 meses en barricas francesas y caucásicas. Aunque la situación actual ha provocado que un cambio en la procedencia de las barricas del Cáucaso.
Ya en los blancos, destaca su Castillo de Monte la Reina Verdejo Fermentado en Barrica (18€), un verdejo con una crianza de 6 o 7 meses en barrica de roble francés, más 6 años en botella. “El punto diferencial no es ya solo que sea un blanco de Toro, sino que lo guardamos 6 años en bodega antes de lanzarlo al mercado”, explica Carolina, y continúa “Yo lo llamo el blanco que parece tinto, porque a la hora de maridar, necesitas una comida mucho más sabrosa. Un vino muy gastronómico, aunque no se elabora todos los años y cuando se hace, solo se producen entre 500 y 1.000 botellas.
También cuenta con otro vino blanco, el último proyecto que ha lanzado al mercado: Salvaje (15€). Un vino con una gran historia que contar, porque, entre otras cosas, el el primer vino 100% de chardonnay de la zona. Toma su nombre del salmón salvaje que lucha contra corriente, una referencia que también se refleja en su etiqueta. En esta ocasión, Carolina buscaba elaborar un vino de corte más internacional y explorar las posibilidades del terruño de Toro para esta variedad.
Por último, entre sus cinco vinos más destacados, su rosado Pinktone (11€). Aquí el lado curioso no es solo su etiqueta que emula a los colores de Pantone, haciendo un juego de palabras con el nombre, sino que se elabora con un 85% de verdejo, y el resto es mosto de tinta de Toro. Por eso en la botella se puede leer “elaborado con verdejo, mayoritariamente con uva blanca, que es la gracia de este vino”, explica.
En sus vinos, así como en el resto de actividades que se desarrollan en Monte La Reina se puede apreciar el gusto de Carolina por la moda y el arte: “es un mundo que me gusta mucho, aunque no me dedique a ello. Y todo porque el vino tiene muchas cosas en común con la moda, el arte. Al final todo son texturas, colores, percepciones, gustos, sensaciones… y vincular todo esto es bonito”. Además, continua, “el vino siempre está en todos los eventos, lo cual es ideal para hacer colaboraciones con estos sectores con los que siempre surgen ideas y creas nuevos lazos.
Dormir en un castillo neogótico y celebrar entre viñedos
El vino está en todos los eventos, y en los que se celebran dentro de Finca Monte La Reina, el vino de la bodega homónima nunca falta.
La bodega cuenta con multitud de propuestas de enoturismo: desde visitas a bodegas, catas, o picnics en el viñedo, hasta incluso visitas enfocadas a que los más pequeños se empiecen a interesar por el mundo del vino y de sus aromas. Incluso puedes dormir entre viñedos y en una de las ocho habitaciones del castillo neogótico del siglo XIX que ahora es un hotel boutique.
Pero también se pueden celebrar bodas, cumpleaños, fiestas, eventos de trabajo o cualquier otra actividad que se desee al contar con todo lo necesario para acoger a más de 500 personas.
