Manuela Gómez Santana

Salinas del Alemán, Biomaris. Fueron construidas en el año 1954 con el objetivo de producir sal marina en sus de 14 hectáreas de superficie. Manuel Gómez, mi padre, asumió la dura tarea de llevar a cabo la extracción y exportación de la totalidad de la sal marina producida a Alemania.

Pasados los años, Mi padre ya convertido en un maestro salinero, quiso enseñarme el noble oficio de la sal; me explicaría como extraer ese maravilloso oro blanco comestible.

A través de todos esos años de experiencia adquirida junto con mi conocimiento acerca del movimiento de los suaves y sedosos vientos, de sus increíbles aguas cristalinas y del brillo y calor del sol que permite mostrar y extraer ese ansiado oro blanco.

Varias décadas después, en 2003, le dimos un nuevo giro a nuestras salinas, introduciendo la producción y extracción de Flor de Sal y Escamas de Sal Marinas, además de la ya conocida Sal Marina Virgen.

Desde entonces y tras varias generaciones, nos sentimos orgullosos de poder seguir trabajando con la misma pasión y dedicación que lo hacia mi padre; cuidando y mimando ese fino oro blanco en cada una de sus formas, manteniendo los máximos estándares de calidad asociados a un método de extracción y manipulación 100% artesanal, lo que otorga a nuestra sal esa pureza y exquisito sabor.