Origen: Vino D.O. Ca. Rioja.

Variedades: 93% tempranillo, 7% graciano.

Murua Reserva 2017 es un vino atractivo y con una finura que refleja toda la tradición de Rioja Alavesa. Le caracteriza una gran versatilidad y es una referencia imprescindible entre los grandes de esta tierra. Además, es el buque insignia de esta firma bodeguera.

Sobre una pequeña colina a la salida de Elciego se sitúa Bodegas Murua, donde desde sus inicios, se ha trabajado con la mirada puesta en la elaboración de vinos de la máxima calidad a partir de viñedos propios. La finca está dividida en 8 pagos cultivados mayoritariamente con variedades tintas (Tempranillo, Graciano y Garnacha), y dependiendo de matices como la composición y estructura del suelo, la orientación y la exposición solar de los racimos, se ha buscado que cada variedad sea capaz de expresar, de la mejor manera, los diferentes terruños.

Cata

VISTA: Color rojo granate intenso con largas lágrimas.

AROMA: En nariz este vino es potente desde el inicio, duradero, elegante y franco. Una nariz perfumada, muy directa y con presencia de aromas terciarios, notas de caliza mojada que le aportan frescor y complejidad. Se pueden percibir aromas a fresa madura y cedro, pero también a tomillo del monte alavés al cabo de un tiempo en la copa.

BOCA: La entrada en boca es impactante pero también elegante. El paso por la boca deja un toque dulzón agradable, los taninos están presentes y muy finos. Es un vino muy largo con un paso muy fluido, también intenso y franco. El vino tiene un buen volumen medio y una bonita estructura. Es un vino graso, goloso, elegante y con buena untuosidad. El paso por boca es fresco, duradero, suave y generoso. Destacan sus aromas a pétalos de rosa, a piel de naranja y, también, su consistencia. Un fantástico vino equilibrado y armónico.

Elaboración y Crianza

Fermentación alcohólica a temperatura controlada. Seguimiento puntual de la maceración. La fermentación maloláctica y el decantado se realizan en barricas de roble francés y americano, donde el vino permanece durante 20 meses.

La crianza en botella cumple un período mínimo de 4 años en el botellero subterráneo de la bodega para alcanzar el grado óptimo de maduración y redondez.

Recomendable oxigenar en copa.