¡Sibaritas! Acompañadnos en nuestra última experiencia gastronómica, divirtiéndonos con la innovación y creatividad de Disfrutar, en Barcelona.
Sergio Crovetto con el chef de Disfrutar, Eduard Xatruch
Situado en el corazón de la ciudad condal, en la calle Villarroel 163, Disfrutar es la creación de tres chefs que pasaron por el mítico restaurante El Bulli: Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas. La emoción creativa es la base del ADN de Disfrutar. Este triunvirato ha creado un menú que se vive, todo un festival de sabores y sorpresas donde celebrar la gastronomía.
En este restaurante se unen personalidad mediterránea, libertad y vanguardia, que dan como resultado una cocina moderna, divertida y atrevida. Una visión que les ha llevado no solo a conseguir las ansiadas 3 Estrellas Michelin y los 3 Soles Repsol, sino a estar en el puesto número dos de la lista The World’s 50 Best Restaurants, entre otros premios y distinciones.
La innovación en Disfrutar es una filosofía de vida. En cada plato se cuida hasta el mínimo detalle para estimular todos los sentidos. La sorpresa es uno de los pilares fundamentales en su cocina. Y todo, fruto de una ardua labor de experimentación e investigación, pero sin dejar de lado la sostenibilidad, la calidad del producto y la cercanía del origen.
Menú disfrutar Festival
Estuvimos viviendo en primera persona la experiencia gastronómica de Disfrutar a través de su Menú Disfrutar Festival, con el que pudimos degustar sorpresas, saborear su creatividad y divertirnos con cada plato.
Experiencia, provocación, esfuerzo, nostalgia, interacción, viajar, calidez, infancia… fueron solo algunos de los conceptos en torno a los que se desarrollaba este menú. Una serie de palabras que nos introducían de lleno en un menú de 28 pases en el que nos sumergimos en platos creados durante la vigente temporada, que comparten escena con algunos que ya se han convertido en todo un clásico.
Además, lo acompañamos por una selección de bodega donde viajamos a través de la copa de vino por regiones como Champagne, Jerez, Nueva Zelanda o Grecia, pero también por países como Japón con bebidas como el sake o España, con un sorprendente hidromiel.