Los vinos de la Denominación de Origen Rueda llevan años conquistando las barras y las cartas de vinos. Podemos disfrutar de una copa de Rueda casi en cualquier local de restauración española, en la mayoría de casos asociándolo a un perfil de vino fresco y fácil de disfrutar.
Vino blanco/Foto: Wirestock – Freepik
Sin embargo, en esta denominación conocida por sus vinos blancos de variedad verdejo, también podemos encontrar elaboraciones más complejas y gastronómicas: desde vinos 100% verdejo que mejoran con el paso de los años en botella, hasta los grandes vinos dorados, que forman parte de esas joyas enológicas con una larga historia detrás.
A continuación, cuatro vinos elaborados por bodegas de la D.O. Rueda que no son “un blanquito”, es más, uno de ellos, ni siquiera es un vino blanco.
Castelo de Medina Prefiloxérico 2020
Bodega: Castelo de Medina
Este vino es una forma de homenajear la historia y el arraigo de la variedad reina de la denominación de origen Rueda: la verdejo. Procede de una viña de algo menos de una hectárea localizada en Hornillos de Eresma (Valladolid), con vides prefiloxéricas, es decir, plantadas antes de la plaga de la filoxera que arrasó el viñedo en España a principios del siglo XX. Sus más de 100 años aportan a las uvas más concentración y expresividad a este verdejo que se realiza una crianza sobre lías en huevos de hormigón y en barricas de roble francés de 500 litros.
El resultado es un vino con toques anisados muy sutiles en nariz y un perfil mineral muy mineral en boca, con un punto salino. Presenta gran acidez y amplitud, con gran persistencia.
Esta añada 2020 es la primera que sale al mercado y está lista para consumir, pero aseguran que aún tiene potencial de envejecimiento, llegando a su máxima expresión en unos cinco años.
PVP: 80€ aprox.
Harmonía 2020
Bodega: Campo Elíseo
François Lurton, cuarta generación de una familia de bodegueros bordeleses, está tras Campo Elíseo, unos viñedos que, como su nombre indica, inspirado por la mitología griega, “han sido tocados por el rayo”. Una referencia que siempre muestra en sus etiquetas. Tras tres décadas perfeccionando sus elaboraciones con la variedad autóctona verdejo, para conseguir vinos elegantes y expresivos, el año pasado Lurton lanzaba un monovarietal con una de las variedades blancas reina de su tierra, la sauvignon blanc. Continuando con la mitología griega, recibe el nombre de Harmonía. Proviene de una viña de media hectárea, por lo que su producción es muy limitada, por debajo de las mil botellas.
La primera añada, la 2020, realizó una crianza en barricas nuevas de roble francés durante 10 meses, en una cava subterránea a 14 metros bajo tierra. Es un vino al que hay que dejar abrirse en la copa, donde presenta notas florales y cítricas, siendo muy elegante en boca, con buena acidez y persistencia.
PVP: 150 € aprox.
V Colorado 2016 Tinta Única
Bodega: Javier Sanz Viticultor
En este caso, no es “un blanquito de Rueda”, ni siquiera un vino blanco. La bodega Javier Sanz Viticultor se caracteriza por la conservación de viñedos prefiloxéricos, con más de 100 años, con los que elabora expresivos verdejos, siempre dándoles el tiempo necesario en bodega para poder alargar su vida y sorprender con la evolución que desarrolla en botella. Ese empeño por conservar el patrimonio vitivinícola los llevó a elaborar un tinto, a partir de una variedad que localizaron entre sus viñedos, y que no correspondía con ninguna de las variedades catalogadas hasta el momento. Mientras que se recorren los trámites burocráticos para poder registrar su nombre, ellos la han apodado “cenicienta”, con la que elaboran su tinto V Colorado.
Es la única bodega que elabora un vino con esta variedad y su producción es muy limitada. V Colorado 2016 envejece 10 meses en barricas francesas y americanas, y después permanece un año en botella, antes de salir al mercado. Tiene un perfil fresco, con notas a hierbas aromáticas y frutas del bosque, con buena persistencia en boca.
PVP: 65 €.
De Alberto Dorado
Bodega: De Alberto
Y, para terminar, una de las elaboraciones más especiales y con más historia de la D.O. Rueda: el vino dorado. Se trata de vinos de licor (al que se le ha añadido alcohol procedente de la uva), elaborados mediante crianza oxidativa.
Una elaboración tradicional que se había reducido considerablemente pero que ahora diversas bodegas están volviendo a recuperar, al crecer el interés por este tipo de vinos. En el caso de Bodegas De Alberto, han mantenido el proceso desde los años 40. El vino de verdejo se introduce en damajuanas de cristal y se dejan expuestas al sol, donde realizan una crianza oxidativa. Después, pasan a un proceso de envejecimiento en botas de roble por método de soleras, como en los vinos de Jerez.
El característico color dorado da nombre a este estilo de vino, que además presenta marcados aromas a frutos secos y fruta pasificada, siendo muy amplio en boca y expresivo. Toda una joya enológica.
PVP: 30 €