Una selección de vinos para que la espera para disfrutar de la primavera se haga menos larga, incluso en los días nublados.

Los vinos tienen la capacidad de transportarnos, de hacernos viajar a un lugar. Incluso nos pueden llevar, durante el tiempo en que consumimos una copa, a momentos donde las temperaturas superan con creces los dos dígitos y las preocupaciones, si bien no se disipan, al menos, se iluminan con más horas de luz.
En esta ocasión, te proponemos cinco vinos para viajar hasta el próximo equinoccio, o que el tiempo que queda hasta la llegada de la próxima primavera, se vea con más optimismo.
Garnacha rosada riojana
La bodega riojana lanza la nueva añada del rosado de su colección “Larrosa”, una trilogía que es un canto a la garnacha en versión blanca, rosada y tinta. Fiel a su cita, como cada 14 de febrero, la bodega ha presentado Larrosa Rosé 2024, con el que se da el pistoletazo de salida para ir tachando los días en el calendario y dar en breve la bienvenida a la primavera.
Este rosado se elabora con garnacha situada a 790 metros de altitud en Rioja Alavesa. Fue uno de los primeros en apostar por el perfil provenzal, con un tono rosa pálido, hace más de 10 años. Larrosa Rosé es un vino con un perfil muy agradable a flores y fruta roja, con una buena acidez que le aporta frescor.

Rosado de Pla de Bages
Bodegas Abadal lanza al mercado su nuevo rosado. Situada en la D.O. Pla de Bages, en la provincia de Barcelona, esta nueva propuesta es todo un homenaje a la tradición vitivinícola de la zona, resultado de la labor de recuperación de variedades tradicionales que realiza la bodega desde sus inicios.
En Abadal Nurva (12€) se aúnan las variedades mandó, sumoll y picapoll negre para dar lugar a un rosado de perfil provenzal, aromático y fresco. Un vino que transmite el bosque mediterráneo que rodea a las viñas de las que procede. Acompañante ideal para las primeras comidas al aire libre, incluso si el día se nubla; un rosado para disfrutar, con una graduación algo más baja de lo habitual (12º) que invita a servir otra copa más.

Albillo de la Ribera burgalesa
La albillo mayor es la variedad blanca tradicional de la zona de Ribera del Duero, aunque se ha empezado a promocionar y conocer en los últimos años. Algunas bodegas cuentan con cepas viejas de esta variedad, pero están diseminadas por las viñas y mezcladas con otras tanto blancas como tintas. De ahí la dificultad a la hora de vendimiarlas y la elaboración de monovarietales. Este es el caso del albillo mayor de Bodegas Dominio de Cair, el proyecto ribereño de la familia Luis Cañas.
Dominio de Cair presenta ahora su primer vino blanco Albillo Mayor 2023. Se trata de una edición muy limitada de apenas 2.000 botellas, obtenidas a partir de viñas plantadas en torno a 1930 en Quintana del Pidio (Burgos). Un vino que refleja el carácter de la albillo, con notas a hierbas frescas y flores muy marcadas, con buena acidez y persistencia en boca. Para ir despidiendo el invierno, poco a poco, sin dejar de disfrutar de la frescura de la ribera burgalesa.

Garnacha blanca de Labastida
Volviendo a Rioja Alavesa, y de nuevo con la vista puesta en la garnacha, pero en su versión blanca, nos topamos con Cifras 2021 (15€), un vino de garnacha blanca 100%, elaborado por Creaciones Exeo, proyecto que Carlos Fernández, de Bodegas Tierra, comparte con su hermano Fidel, con el que quieren mostrar, sin maquillajes, el carácter del territorio.
Esta garnacha blanca procede de dos viñedos de 20 y 80 años de Labastida. La crianza se realiza en huevos de hormigón, lo que le aporta untuosidad y complejidad, sin tapar la personalidad de la variedad. Después, pasa un mínimo de 18 meses en botella antes de salir al mercado. Se trata de un vino aromático, expresivo, con buena acidez y estructurado. En resumen, un vino blanco con carácter, para sentarte a esperar a que llegue la primavera, con la fortaleza y seguridad de que podrás afrontar cualquier nubarrón que quede por llegar.

Amontillado de Chiclana de la Frontera
Y con este último vino nos trasladamos hasta el Marco de Jerez, para llenar la copa con un amontillado, un vino que concentra toda la complejidad de los vinos de jerez. En este caso hablamos del Amontillado Fino Fossi (15€), elaborado por Bodegas Primitivo Collantes, a partir de los viñedos de palomino fino sobre suelos de albariza de la finca Matalian en Chiclana de la Frontera (Cádiz).
Para su elaboración han sido necesarios 5 años de crianza bajo velo de flor, más cerca de 10 años de crianza oxidativa. Una espera que se traduce en un vino aromático, con marcadas notas de avellana y salino; de paso elegante y directo. Un vino capaz de despejar tormentas, proyectando toda la luz de Cádiz.
