El Día de la Madre se merece descorchar los mejores vinos, y si además tienen una característica destacable o una gran historia que contar, el brindis puede ser memorable.

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Compartir el Día de la Madre con tu madre ya es bastante regalo para ambas partes, pero si ese día se adereza con una botella de vino, el disfrute puede ser máximo y el recuerdo imborrable. Sobre todo si el vino que se descorcha en este primer domingo de mayo tiene una particularidad, una historia o una complejidad aromática que engancha. Para este día, os proponemos vinos que se salen de lo habitual, como un cava blanc de noir de pinot noir; algunos con historias muy personales, como un godello de viñas centenarias recuperadas, o la garnacha con la que un productor homenajea a su madre; y el vino generoso más enigmático de Jerez. En definitiva, vinos para sorprender, que gusten en la copa y que se sigan disfrutando, años después, en la memoria.
Feliz Día de la Madre, descorchando una (o varias) de nuestras sugerencias:
Milesimé Blanc de Noirs 2018 Brut Pinot Noir Gran Reserva – Juvé & Camps (D.O. Cava)
Empezamos por un espumoso de calidad, en concreto un cava, porque queremos que celebres desde el primer momento y continúes con las burbujas, si lo deseas, el resto de la comida o la cena. El cava se disfruta con solo servirlo en la copa, pero además combina con una amplia variedad de platos, y más este cava gran reserva blanc de noirs (elaborado como si fuera blanco, pero con la uva tinta pinot noir), de la casa Juvé & Camps, situada en pleno Penedés. Un cava con características notas a frutas rojas y recuerdos cítricos; con una sensación mineral y cremosa en boca, de paso muy elegante.
Milesimé Blanc de Noirs 2018 (27,75€) forma parte de la colección Milesimé Parcelarios, que se completa con un cava monovarietal de xarel·lo y otro de chardonnay; cavas que solo se elabora en añadas excelentes y cuyas uvas proceden de tres parcelas seleccionadas por la calidad que aportan al fruto final. Después, los cavas pasan por una crianza en botella de 36 meses, lo que le aporta complejidad y esa versatilidad para disfrutar en cualquier momento.

De los Abuelos Viñedo Barreiros Godello – Pago de los Abuelos (D.O. Bierzo)
El godello ha empezado a tomar protagonismo entre las opciones de vinos blancos españoles, por eso queremos recomendamos una referencia con una gran historia detrás, y no solo por la edad de sus viñedos, de 130 años: De los Abuelos Viñedo Barreiros Godello. Se trata del viñedo que en su día trabajaron Floripes y Guillermo, los abuelos de Nacho Álvarez, enólogo de Pago de los Abuelos, y a quienes agradece en su contraetiqueta haber conservado este patrimonio vitícola, para que ahora él nos pueda hacer disfrutar en copa de sus frutos. Este proyecto se esfuerza por recuperar viñas viejas no solo de sus abuelos, sino de otros del Bierzo, para que no se acaben perdiendo.
De los Abuelos Viñedo Barreiros Godello (24 €) tiene un paso por barrica de 8 meses y cuenta con una gran capacidad de guarda, con la que amplía su expresividad según pasa tiempo en botella. La añada 2021 que acaba de salir al mercado tiene mucha frescura y una gran sensación mineral, destacan sus aromas a fruta blanca en nariz, así como un paso por boca redondo y persistente. Un blanco con mucha personalidad e historia para celebrar.

La Florens 2020 – Josep Grau Viticultor (D.O. Montsant)
En este vino no solo se cumplen las condiciones de ser un vino para disfrutar, de gran calidad y con una gran historia detrás, sino que además esa historia nos lleva hasta la madre de Josep Grau, su productor. La Florens se elabora a partir de una de los viñedos de garnacha negra más preciados de esta bodega situada en la D.O. Montsant, con edades comprendidas entre los 75 y 105 años. La calidad de estas viñas y el vínculo tan especial con ellas hicieron a Josep rendir homenaje con este vino a su madre, Florentina, pues solía llamarla Florens.
Tanto en viña como en bodega, la intervención en este vino es mínima para preservar la esencia de la variedad y la personalidad de cada añada. Así, con La Florens 2020 (27€) se puede disfrutar de toda la elegancia de la garnacha, tanto a nivel aromático como en su paso por boca. Es un vino muy fragante, con notas a fruta roja, como la guinda, y recuerdos balsámicos, un conjunto que se percibe de nuevo en boca, donde se presenta con una gran frescura y un paso amable.

Palo Cortado 30 años – Bodegas Tradición (D.O. Jerez)
Por último, si lo que se quiere es acompañar este día con un fiel compañero de conversación, decantarse por la intensidad de aromas y sabores de los vinos de Jerez, puede ser una de las mejores opciones. Y dejarse fascinar por la expresividad del palo cortado: una rareza enológica, rodeado de enigma y misterio por sus características, donde la sutileza de la nariz similar a la del amontillado se complementa con un gran cuerpo en boca que recuerda al oloroso.
Un ejemplo es este Palo Cortado 30 años (95 € aprox.) de Bodegas Tradición , con una vejez media de 30 años, y 100% palomino fino. Se somete a una muy prolongada crianza, que intensifica sus aromas. El resultado es un vino muy complejo en aromas, entre los que se pueden apreciar desde las notas a frutos secos, a fruta confitada y toques balsámicos. Mientras, en boca, es aterciopelado, aunque con gran estructura y un punto salino.
Además, si la conversación quiere acompañarse con algún tentempié, las opciones son de lo más variadas con este tipo de vinos: desde ibéricos a frutos secos, pasando por foie, sushi, ostras o mojama… y así conversar, disfrutar y celebrar, con una copa en la mano.
